lunes, 21 de diciembre de 2009

AGRO Y CAMBIO CLIMÁTICO

Estimados amigos: El cambio climático está ocasionando trastornos y desgracias de toda índole en diversas partes del planeta. Nuestra fuente de vida está en el agro que nos alimenta pero, muchos de nosotros somos indiferentes a lo que le suceda a pesar de lo ocurrido en Ayacucho.

Pero el calentamiento climático está derritiendo los nevados en nuestro país y el agua se está retirando de las alturas andinas. Allá donde no llega la navidad lagunas completas se están secando y los puquiales están desapareciendo. El agua es vida y los pobladores cordilleranos emigran bajando de piso ecológico porque sin fuentes de agua no hay agricultura, peligran los recursos genéticos altoandinos y la fauna.

Esto sucede porque la contaminación ambiental ha formado una densa capa de gases industriales que envuelve al mundo como una bolsa de plástico. Esos gases de efecto invernadero provienen de los negocios de los grandes inversionistas o compañías transnacionales de la agricultura, minería y de la industria masiva consumidora de combustibles fósiles (petróleo).

En nuestro país, la guerra por el agua ha comenzado ya, y la nueva ley general de aguas le ha quitado al agro la prioridad de uso de este recurso y en esta guerra, los campesinos andinos están en la primera línea de combate pero sin mayor apoyo y con el gobierno en contra que los tilda de “Perros del hortelano, que no comen ni dejan comer”. Es que los grandes inversionistas internacionales están comprando conciencias y gobiernos corruptos.

La estrategia es “Daremos plata a la comunidad a cambio de que me dejes contaminar”. “Les daremos trabajo”. Pero muchos campesinos dicen “No quiero tu dinero sucio y vete para que mis plantas, animales y mi familia no beban agua contaminada, no respiren aire contaminado”. En esta lucha hay campesinos presos, torturados y muertos por protestar y defender su hábitad natural frente a la incursión de las mineras coludidas con los corruptos órganos de poder.

Pero el problema no es solo de los campesinos ya que los valles y cuencas se alimentan del agua proveniente de la cordillera, las plantas contaminadas producen alimentos contaminados para la ciudad y los animales que consumen agua y pastos contaminados nos trasladan el mal a los consumidores. Y si falta el agua las hidroeléctricas empezarán a fallar, y la biodiversidad que es orgullo nacional irá perdiendo sus recursos genéticos, etc. etc. etc.

El afán de lucro no tiene límites para las grandes potencias que no quieren reducir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero y persisten en su estrategia de compensar pagando a los países pobres por la descontaminación ambiental que estos realicen (forestación), pero sin que ellos reduzcan sus contaminaciones industriales. Estos son los fundamentos de su posición en la conferencia mundial realizada en Dinamarca donde evadieron los acuerdos de reducción de gases contaminantes a pesar de la urgencia.

Los países ricos no quieren ceder en sus ganancias desmedidas pero exigen que los países pobres no sigan creciendo para no contaminar más y así, no hay perspectivas alentadoras para recuperar lo que el calentamiento global viene destruyendo. Lo peor de todo es que estamos impotentes ante la arrogancia de los países ricos, ante la corrupción y las injusticias ambientales.

No obstante algo podemos hacer por nuestra cuenta amparándonos en las enseñanzas ancestrales que nos dan algunas opciones de emergencia local pero sin dejar de luchar por la justicia ambiental. Nuestra agricultura no es industrial y el minifundio no es contaminante. Por nuestro bien, cuidemos el agua desde sus orígenes, volvamos a la ancestral cosecha de agua, el manejo prehispánico de los recursos hídricos y otras sabidurías pueden atenuar los daños. El agua es un bien común y su gestión debe ser social y no privado, por más inversionistas que sean los invasores.

El manejo orgánico de la producción agropecuaria ayuda bastante a la reducción de gases de efecto invernadero y hay otras alternativas al uso de agroquímicos que debemos propiciar. Trabajar en armonía con la naturaleza es fundamental y al respecto, se recomienda leer el libro ALMANAQUE AGROPECUARIO donde se dan instrucciones para el manejo tecnológico lunar y agronómico, ancestral y ecológico sin contaminaciones ambientales.
Atte.
Milciades Ruiz
ASOCIACIÓN PERUANA DE INGENIEROS AGRARIOS.- APIA Jr. Pablo Bermúdez 375,
Jesús María, Lima
Telefax 332-5526

1 comentario:

  1. lo que estoy leyendo corresponde al año 2009, para la campaña 20011 - 2012, estamos en el 2018, sigue en vigencia el subsidio para campañas agrícolas, o agronegocios. Excelente política que debe seguir con todo los gobiernos de turno, sino se va dar el fenómeno de la migración, el abandono del Campo a la Ciudad. Le agradeceré su respuesta. Yo lo tengo abandonado mi chacra, con este estímulo estoy listo a regresar. Atte, Wilmer Robles H. 10476679.

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